1 año tiene el blog, 2 tiene ella.

Despues de agotadores días, hoy tuve un regalo especial. El simple paseo a la plaza mas cercana junto a mi sobrina fue un hecho que me liberó y me regalo cordura e ingenuidad. Verla a ella sonriendo, saltando y jugando con esa mirada pícara entre pastos y juegos de plaza me purificó. No podia escribir, actualizar, no sabia que, no tenia tiempo de. Gracias a ella ahora sí. El fin de semana estuve en viña, y recordé un post que escribí sobre esta ciudad y lo especial de ella en Marzo. Justo hace un año, y en mis comienzos de escritor. Me leo distinto ahora, la mano va cambiando. Como siento que fue especial, me puse más nostálgico que el Carlos Casely en matinal y examiné la memoria de este blog. Mis comienzos, sobre que escribía, pa` adonde iba la micro es el cuento. Aqui les va uno, de a poco iré escarbando más. Viña esta triste.

Escrito: Martes 1ero de Marzo del 2005.

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Hoy me dió risa un caballero que estaba junto a mi en los columpios. Un señor de edad junto a sus dos nietos (5 años, niño 8 años). El caballero se notaba que no tenía paciencia. Era la copia exacta del Mamo Contreras (puta q cague al viejo).

Primera escena. Su nieta corriendo se cae y llora. El sentado en el banco la reta y la conmina a acercarse. Ni se levanta el viejo weon escuchando música de su personal. Resultado: Herida en la pierna. Segunda escena. La nieta se balancea feliz en el columpio. Al notar, el caballero, que debia empujarla todo el rato le trata de enseñar militarizadamente las posiciones correctas para echarse vuelo. Le toma las piernas, y "estira arriba"! "encoge abajo"! haciendo bruscamente la posición con las delgadas piernas de la niña. Ella a su vez herida clamaba que no queria más. El debía enseñar a toda costa. Tercera Escena. Bajo ninguna muestra de cariño, les comenta que podrian ir a tomarse un helado. Saca bruscamente a la niña del columpio y comenta mirándolos: trajeron plata?. Plop. No entiendo. Yo por mi lado, seguia absorviendo a esa miniatura que me enseñaba de la vida, de la espontaneidad, de la pureza y la inocencia. Los adultos somos una lata. Y más encima, vacía. La idea de estar acá es tratar de llenarla. Me saco el verde sombrero ante ustedes. Gracias a todos. Así dan ganas de volver a escribir. Feliz Cumpleaños Sombrero Verde. Y no puedo dejar de lado el cliché: "Que cumplas hartos más"...