martes, junio 28, 2005

Ser como el águila...

El siguiente texto lo encontre por ahi, es sobre nuestra capacidad de poder cambiar, de renovarnos y crear un nuevo yo mas poderoso e íntegro. El cambio depende de cada uno. Renovación El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión. A los 40 años, ya sus uñas se volvieron tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve tan difícil! Entonces, tiene sólo dos alternativas: Dejarse estar y morir... o enfrentar un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días. Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido, próximo a un paredón donde ella no necesita volar y se siente más protegida. Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico.......... ¡hasta arrancarlo! Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una, sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y recién después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más. En nuestra vida también nos toca sufrir procesos de reconversión. Tenemos que resguardarnos por algún tiempo, meditar largamente y someternos a grandes sacrificios de desprendimiento, para desarrollar los cambios de modo semejante al del águila, para ser capaces luego, de recomenzar nuestra vida con nuevos bríos y esperanzas. Durante ese tiempo nos deshacemos de pesados recuerdos, remordimientos o culpas, malos hábitos, costumbres o tradiciones y prejuicios que nos causaban dolor y no nos dejaban vivir ni permitían surgir nuevos valores, ni que aprendiéramos todo lo que es útil para los nuevos tiempos, ni mucho menos volar. Anónimo. Solamente siendo libres del peso del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado que una renovación siempre nos trae.

jueves, junio 16, 2005

La risa, remedio infalible

risa

Hace unos días, me subí a la micro como de costumbre (desde Agua Santa a Concón). Venia cansado y abatido, eran como las 8:30 de la noche. Cuadras más adelante se subió una mujer joven con un bebe en sus brazos. (de 6 meses app.). Apenas se sento detrás mio el pergenio comenzó su llanto. (uds. saben como llora una guagua, uf). Por más de 20 cuadras no dejó de llorar, la micro comenzó a llenarse y el rostro de los demás pasajeros no era para nada ameno o cordial. Toda la micro giraba en torno a la guagua y su llanto. Todos en su mente deseaban que algo u alguien logrará apaciguar el lagrimeo de esa inocente criatura. En un acto casi de desesperación, el chofer mueve una palanca y apaga las luces internas de toda la locomoción, y encorvando su humanidad comenta en tono "dicharachero" hacia toda su clientela: ¡Pa´que se duerma la wawa"!. En un segundo todas las personas alli congregadas rompieron en una risa colectiva. El niño, la señora con las bolsas del Mall, yo, el abuelito, el de los chocopanda... todos sin excepción rieron complacidos rompiendo el tenso ambiento y como por acto de magia un minuto después el bebe ceso su llanto. A lo que voy: Como la risa colectiva puede romper la tensión, acercarnos más unos con otros, todos sintiendo y contagiando la misma emoción. Ahora todos se miraban a la cara y se devolvian la sonrisa. como este pequeño gesto puede unir, comunicar, entregar o regalar lo mejor de nosotros.

Por ejemplo el metro. Todos con caras largas se miran de reojo timidamente escondiendo sus emociones y ensimismado en sus problemas. Por ello, propongo que por lo menos todos los lunes a la hora peak, se coloque en el metro los mejores chistes de Alvaro Salas, o "al diablo con todo" de Coco Legrand o cualquier comediante que logre soltar un poco más el nudo de la corbata y así lleguemos a nuestro destino con una sonrisa en la cara. Chicos, altos, blancos, negros, gordos, flacos, feos, bonitos todo sintiendo lo mismo. Que bonito sería. No faltaría el tipo con risa contagiosa a lo "Morande con compañia". o la talla de más. Derrepente algo bueno sacariamos de todo eso. Por algo dicen: "La risa, remedio infalible".

Yo pongo la primera firma.

martes, junio 14, 2005

Ayer caché

Ayer caché, ayer caché
Que la luz llega al amanecer
Que en el cielo vuelan pajaritos
Y que el cielo es celeste
Y la tierra color terrestre
Que la lluvia moja las colinas (¡Qué bonita!)
Y se cubre de flooor
Que el agüita va por su canal
Un camino de oro en el mar azul (Ayer caché)
Caminito que lleva al sol
Como el viento nos lleva hacia otra estación
Entre nubes rosadas que volverán.
Ayer caché, ayer caché
El amor que viene despacito
Al amor que viene suavecito
Viene con un sueño por el viento (Viento bueno)
Viene con la brisa y con el verso
Para llenar al mundo
Viene con las historias que nos cuenta
Y con los que vendrán
Para que nunca más...
Para que nunca más...
Para que nunca más...
(Ayer caché, Los Jaivas)
Como en la canción, ayer caché... que aun no cacho nada. (más me anima).
Feliz día a todos los bloggers.
Elije un sombrero. V-R-B-A-N-A. Cree en el. Piensa con él.
Mr.Sombrero Verde

sábado, junio 04, 2005

Madre del Juicio


Llevaba semanas postergándolo, hasta que el dolor se hizo insoportable. Insomnio en mala.

Ya, bueno ya - dije.

Me debia sacar las muelas y cuanto antes mejor.

Aló, Buenas tardes. Quisiera pedir una hora con el Doctor S.... Ok, Martes 31. Una semana más.

Debia ir en ayunas. Asi que me levante 15 minutos tarde para no ver como mi familia tomaba desayuno. Me di una ducha y me lave la dentadura como 5 veces.

En el control anterior, el dentista me comentó que me sacaría las cuatro muelas y me hizo firmar un documento que lo autorizaba ha realizarme cualquier intervención si algo "pudiera salir mal".

¡Tu estás loco!. me dijo mi madre cuando le comenté mi visita. (ya tuvo mala experiencia con la anestesia). ¡Las cuatro nica!, prosiguió. Yo voy a ir contigo para que te saque dos no más, vocifero con aire matriarcal.

Ok, dije, vamos.

9:00 am. Despues de una "agradable" conversación en el auto, llegamos al hospital. Cirugia menor.

Buenos Dias señorita. (aunque bordeaba los 50 años). Tengo una hora con el doctor S. Galo Barros, y le pasé mi tarjeta.

Sin dejar de mirar lo que tipeaba en su computador, apunto hacia una puerta y me dijo: Adentro de esa pieza te puedes sacar la ropa y colocarte el "traje" hospitalario. Gorro tipo ducha, una bata enorme con cordeles que se amarran por detrás y botas.

Si solo son muelas. pensé.

Todo bien hasta que aparece mi madre por el ventanal. Quisiera hablar con el dentista, por favor.

¿Que se le ofrece mi distinguida señora?. Dice el Doc apareciendo fugazmente por una puerta.

Mire. no quiero que le saque cuatro muelas a mi hijo ya que bla bla bla bla.

Cuando termino de hablar, el doctor sonrió de manera burlona y le dijo que a él le daba lo mismo si eran 4, 2, 1/2, o tan sólo una partícula de diente. El cliente tiene la palabra.

Ok. entré a pabellón, me tendieron en la camilla y el doc me puso la anestesia. (las). Esta te va a doler, me dijo, apareciendo por encima de mi cabeza.

Tenia razón.

Tres minutos y veinte segundos despues tenía el rostro tan dormido que aunque me aforrara un combo el Guatón Loyola®, sentiría algo.

Me taparon medianamente la vista con una especie de sábana y comenzó la cirugía. 2 minutos despues el doc no aguanto más y me empezó a agarrar "pal hueveo" en el acto.

Aaaayy. Cuidado con Galito!. Eris regalón ah?-decía mientras urgeteaba en mi muela.

Yo en ese estado emitía un extraño gruñido que pretendia ser risa, casi una afirmación.

Tanto fue su relajo, que con la segunda muela, dejó la labor a su ayudante, un joven en practica que no hacia más que recordar lo bueno que estuvo su fin de semana.

Cccrriijijijiicriijiji. Ya está. Listo caballero.

En cosa de minutos me habia retirado las muelas de mi hemisferio derecho. Fue mas rápido que ponerme las botas. Susurré. No senti nada.

Luego de darme unas indicaciones, me dirigí a la sala de espera donde se encontraba mi impaciente madre. Apenas me asomé se escuchó un: "ese es mi niño". Y con tan sólo mirar el rostro de aqullas señoras entendi que mi vida habia sido contada en profundidad. Faltaron las fotos no más.

Despuesa de cinco minutos de preguntas protocolares, adolorido y cansado, yo le daba pequeños golpes con el codo en un gesto de "vamos". (léase apretando los dientes).

La hija de una de las señoras venía a lo mismo y, cuando, después de una emotiva despedida, y yo ya de espaldas, la joven tímidamente me pregunta: ¿Oye, y duele mucho?.

Yo titubié un segundo y mirándola a los ojos le dije:

Si, mucho. No sabes cuanto.

Luego, no supe descifrar si me hizo la pregunta por la cirugia o por la situación que, como esta misma historia, le tendría que pasar.